Los pitiusos madrugaron ayer... para ir a la playa, porque las mesas electorales estaban tan animadas como los bares del puerto en el mes de mayo. Sólo faltó que algún vocal aburrido saliera a la puerta de su colegio electoral, en plan relaciones públicas, parando a la gente para pedirles que votasen y acabar así con el tedio de la jornada. Lo cierto es que, por las caras y comentarios de los vocales y presidentes de las mesas, da la impresión de que los 52,29 euros (8.700 pesetas) de retribución por este «trabajo» no compensan en absoluto el haber perdido un día de playa con la familia, los amigos o la pareja. La jornada electoral transcurrió sin incidencias graves, según la Junta Electoral, que sí destacó como «problemática» la formación de las mesas, ya que gran parte de presidentes, vocales y sus suplentes no asistieron. Esto supuso retrasos de hasta media hora en la apertura de una mesa, que cerró 30 minutos más tarde de las 20,00 horas. 180 personas que habían sido elegidas presentaron alegaciones para no asistir por motivos laborales, por enfermedad, tener a su cuidado una persona convaleciente o un menor, así como por tener un viaje programado y pagado. La Junta Electoral, sin embargo, señaló que ha habido casos de personas que no asistieron y no presentaron excusa. De estas «deserciones» se ha dado testimonio al Juzgado de guardia que puede abrir acciones penales contra el ciudadano que no haya cumplido con su deber democrático. El resultado de no haber acudido a la mesa puede ser un arresto de entre siete y quince fines de semana así como una multa de 2 a 10 meses. La Junta Electoral remarca, además, que las empresas tienen obligación de dar permiso retribuido a los trabajadores que han sido llamados a ocupar una mesa y que, al día siguiente, el trabajador tiene derecho a cinco horas menos de jornada laboral.

El calor fue el otro enemigo que tuvieron que vencer los asistentes a las mesas menos acondicionadas. En la biblioteca de ses Figueretes un triste ventilador trataba de aliviar los sofocos veraniegos con más pena que gloria. Las tertulias entre los miembros de las mesas combatieron el aburrimiento y un tema, la Eurocopa y el partido de España-Rusia, en concreto, fue el más recurrente. La consellera Carmen Domínguez, interventora habitual del PP en elecciones, comentaba ayer que, mientras que las elecciones generales de marzo supusieron un gran esfuerzo para las mesas por la gran afluencia de gente, en estas predominaba el aburrimiento. A las 11,00 horas en la mesa de Domínguez, en Can Ventosa, sólo habían votado 39 personas de 618 censadas.

En Formentera tampoco hubo graves incidentes. El día de reflexión un ciudadano colgó un «vota PSOE» en su balcón. El Ayuntamiento envió a la Guardia Civil y retiraron la pancarta. Otro dato curioso es que sólo el PSOE presentó interventores en todas las mesas ya que los de otros partidos llegaron tarde a la constitución de mesas o simplemente, no se presentaron.