La actividad quirúrgica se ha tenido que suspender dos veces en un año por el deficiente estado de las tuberías.

El hospital de Can Misses se vio obligado ayer a cerrar otra vez todos los quirófanos por el reventón de una tubería de agua en el área quirúrgica. Esta avería obligó a suspender toda las operaciones programadas y a desviar las intervenciones de urgencias a la Policlínica Nuestra Señora del Rosario. Hubo dos operaciones de urgencia que se tuvieron que hacer en la clínica privada y una decena de intervenciones programadas que quedaron pendientes para otro día.

El gerente del hospital de Can Misses, Ignacio Martínez, informó ayer a este periódico que el lunes ya se podrán utilizar dos quirófanos y los otros dos al día siguiente. Lo más curioso del asunto es que el 10 de junio del año pasado, hace justo un año, sucedió lo mismo: el hospital tuvo que suspender entonces 11 operaciones por el reventón de una tubería. Martínez aseguró que la avería que se ha producido esta vez no es tan importante como la anterior, aunque ha tenido las mismas consecuencias.

La avería en la tubería se detectó la noche del jueves a las 21 horas y en apenas una hora y media, según el gerente, ya estaba reparada. El área quirúrgica, de todos modos, debe estar cerrada hasta que el servicio de microbiología del hospital constate que el reventón no ha producido ningún foco de infección, por lo que la actividad no se reanudará hasta el lunes. «Es una zona crítica del hospital por lo que debe primar la seguridad», justificó. Martínez aseguró que este parón apenas afectará a la actividad programada del área quirúrgica. «Las operaciones que estaban previstas para hoy [ayer para el lector] pueden esperar», dijo.

La avería de ayer pone en evidencia una vez más la necesidad de reformar el área quirúrgica del hospital. Se viene hablando del deficiente estado de los quirófanos desde hace cuatro años, pero a día de hoy sólo se han puesto parches para tapar las goteras. Se ha cambiado parte de las tuberías, pero aún se mantiene la vieja instalación. Algunos de los profesionales que trabajan en el bloque quirúrgico ya advirtieron el año pasado, tras reparar el último reventón, que la obra era insuficiente: «Esto es pan para hoy y hambre para mañana». El gerente recuerda que en el nuevo plan de obras e infraestructuras del Govern balear se incluye esta reforma, aunque aún no tiene fecha puesto que la dirección del centro sanitario antepone a ella las obras de las áreas de pediatría y diálisis.