Imagen del perfil de uno de los tramos del túnel de Sant Rafel.

El túnel, de 1,3 kilómetros de longitud, tiene como objeto reducir el impacto visual y acústico. Servirá también para agrupar en la parte superior las vías de servicio y reducir así el ancho de ocupación, según consta en el proyecto que desde ayer se puede consultar en la sede del Consell y los ayuntamientos de Eivissa, Santa Eulària y Sant Antoni. Sobre el túnel se construirán dos rotondas a nivel para conectar las vías de servicio. La primera glorieta, situada en el punto kilométrico (p.k.) 5 dará acceso a la urbanización en la que se encuentra la discoteca Privilege, mientras que la segunda se utilizará para acceder al pueblo de Sant Rafel.

La sección de la costosa estructura está formado por dos túneles que se unen a través de dos conexiones en el p.k. 5,210 y 5,640. En sus primeros 420 metros, el túnel de la derecha (sentido Eivissa-Sant Antoni) tiene 12 metros de amplitud (dos carriles de 3,5 metros), mientras que el de la izquierda tiene 14 metros para dar cabida a tres carriles. En los siguientes 700 metros, la sección está formada por dos túneles iguales unidos de 12 metros cada uno (dos carriles). La última parte soterrada, desde el p.k. 5,900 hasta el 6,120, el margen derecho se amplía a 14 metros (tres carriles), mientras que el izquierdo mantiene los 12 metros de ancho (dos carriles). Los dos túneles disponen de aceras de 0,75 metros a ambos lados.

El proyecto advierte de que el alto grado de erosionabilidad de los taludes de los desmontes de algún tramo pueden favorecer procesos de inestabilidad. Eso se debe a la naturaleza del material (margas y arenas), que, según el proyecto, tiene «baja capacidad portante y es semiestable en taludes». Dice, de todos modos, que «no se prevén problemas geológico-geotécnicos importantes».