El GEN alerta de que la autovía afecta gravemente al parque de ses Salines

Los ecologistas sostienen que el drenaje del agua de dos terceras partes del trazado de la carretera se realiza a través de una canalización de cemento de 12 metros de diámetro (equivalente a algo más del ancho de tres carriles) por dos metros de profundidad que atraviesa el parque natural y desemboca en el estanque de Sal Rossa, en Platja d'en Bossa.

El presidente del GEN, Joan Carles Palerm, recuerda que el estanque es una zona húmeda de interés internacional y declarada espacio Ramsar y Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) por ser un lugar de nidificación y de paso de aves migratorias muy importante.

Para el GEN, lo más grave del asunto es que la memoria del proyecto no menciona esta canalización y, por ello, tampoco «el correspondiente estudio de impacto ambiental», que, recuerdan los ecologistas, debería «proponer medidas correctoras e incluso modificaciones». La construcción de la canalización, según denunció ayer el GEN, sólo aparece en un plano (ver gráfico).

El grupo ecologista apunta que el proyecto establece que la zona botánica más próxima al trazado de la autovía es la zona de cultivo del Pla de Vila, sin tampoco hacer mención alguna a la existencia del parque natural, donde hay especies vegetales mucho más importante. «Intentan obviar que existe un parque natural», dice Palerm.

El presidente del GEN alerta de que el volumen de agua que puede desembocar en el estanque tras un episodio de fuertes lluvias puede llevarse por delante los diques naturales y los huevos de los nidos. «La subida del nivel del agua en según que época del año puede afectar gravemente a la puesta de huevos», denuncia. También hace especial hincapié en el carburante, aceite y demás productos contaminantes de la autovía que el agua arrastrará hasta el estanque.