Jaume Matas comunicó ayer a Pasqual Maragall que el Govern abandona el Institut Ramon Llull, el organismo que crearon Balears y Catalunya para la promoción de la lengua catalana y que ha provocado desencuentros entre ambos gobiernos. El presidente del Govern justificó que las dos comunidades debían «partir de cero» y negociar nuevas fórmulas de colaboración en materia cultural. «Los motivos de nuestra decisión son de sobra conocidos por todos», dijo Matas en presencia de Maragall tras la reunión que mantuvieron ambos presidentes en el Consolat de Mar. La decisión del Govern se produce después de los distintos desencuentros entre ambos gobiernos a propósito del nombramiento del director del Institut Ramon Llull. Hace unos meses, Maragall propuso a Aina Moll para dirigir el instituto sin haber consultado antes con Matas. El Govern no aceptó el nombramiento de la filóloga mallorquina. Durante los últimos días, Maragall ha vuelto a proponer que Xavier Folch dirija el instituto. Y el Govern ha decidido abandonar el Institut Ramón Llull. «Preferimos poner el contador a cero para caminar juntos hacia adelante con más fuerza que nunca», pidió Maragall, quien afirmó que Catalunya mantendrá en solitario el proyecto del Institut Ramon Llull, que estará dirigido por Xavier Folch. Matas apostaba por Gabriel Janer Manila. El Govern y la Generalitat de Catalunya tienen previsto celebrar una cumbre bilateral en julio en Barcelona para concretar nuevas fórmulas de colaboración en materia cultural. «Espero que en el futuro no se cometan los errores del pasado; hay que evitar malentendidos», pidió Matas. El Ejecutivo tiene previsto cerrar la sede del Institut Ramon Llull en Palma, que ha estado dirigida desde julio del pasado año por el escritor Miquel Segura.

Al margen de las discrepancias en relación al Institut Ramon Llull, Maragall prometió que dentro de un año la colaboración cultural entre los dos gobiernos «va a ser más sólida que nunca». «Con buena letra, con parsimonia y sin imposiciones», agregó Maragall. Fuentes del Govern justificaron que durante los últimos meses se habían producido demasiadas polémicas por culpa del Institut Ramon Llull que eran difíciles de superar en el futuro.