Imagen de la fiesta que traslada a Eivissa a la Edad Media. GERMÁN G.LAMA

La ciudad amurallada ha vuelto por quinto año consecutivo a recuperar todo el resplandor de una parte importante de su historia.
El Portal de ses Taules y la plaza del Mercat Vell fueron nuevamente el punto de reunión en el que miles de personas se acercaron para ser testigos del comienzo de la quinta edición de la 'Feria Medieval'.
Las máximas autoridades asistieron con sus mejores trajes, y un orgulloso Xico Tarrés invitó a través de su discurso a «disfrutar de una ciudad cada día más viva». Junto a él, una veintena de cargos políticos del panorama pitiuso y el presidente del Consell Insular, Pere Palau, aguardaban bien ubicados y en primera fila el primer paseo oficial del mercadillo de la edad oscura.
La expectación del tan anunciado espectáculo de apertura se dejaba desear con un Portal Nou a puertas cerradas que los ancianos de los hospitales residencia Cas Serres y Reina Sofía observaban desde una platea preferencial colocada especialmente para ellos.
La mañana estaba soleada y el pequeño concierto de bienvenida a cargo de la Banda Municipal Ciutat d'Eivissa amenizaba desde las 11'30 horas la inauguración prevista para las 12'00 horas. Los medios de comunicación locales y extranjeros también estuvieron presentes en este acto que prometía ser el más elaborado de una feria que va madurando cada año y que conmemora la declaración de Dalt Vila como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, hecho que tuvo lugar en 1999.
Desde entonces, esta celebración se ha convertido en un evento protagonizado por un pasado que también progresa. L.Aversa