Las palmeras plantadas en las rotondas de la isla el pasado mes de febrero no están muertas en contra de lo que la mayoría de la gente piensa. Sólo sufren estrés. En las últimas semanas se han levantado voces críticas, entre ellas la de la CAEB, por el gasto que ha supuesto la plantación de unas palmeras que supuestamente apenas han durado dos meses.

Isidro Ferrán, ingeniero agrónomo del departamento insular de Medio Ambiente, asegura que las plantas están secas, pero no muertas, y que, una vez superado el periodo de estrés, recuperarán todo su color. «Están muy feas, pero no hay que alarmarse», dice el técnico del Consell.

Ferrán explica que el trasplante de las palmeras y otros árboles conlleva este problema, que surge por la adaptación de la planta a un nuevo medio. Las palmeras se han trasplantado del vivero de la finca de Can Marines, propiedad del Consell, donde, según Ferrán, «contaban con otros medios de protección». Ahora, en las rotondas, tienen que adaptarse a su nuevo hábitat, totalmente distinto al anterior.

Reconoce, de todos modos, que habrá alguna que no tendrá la suficiente capacidad para adaptarse a su nuevo hábitat y que habrá que sustituirla por otra, pero que serán muy pocas. «Algunas fallarán. Eso pasa a menudo», apunta. En este sentido, la consellera insular de Carreteras, Stella Matutes, recuerda, además, que la empresa que lleva a cabo el embellecimiento de las rotondas y medianas de la carretera de la isla firmó una garantía para cubrir la muerte de las palmeras. «Estaba previsto, por lo que no supone ninguna pérdida de dinero», recalca. Ferrán calcula que en un plazo de quince días podrá determinar qué palmeras no han superado el estrés y tienen que ser sustituidas por otras. Recuerda, además, que lo ideal es que el trasplante se lleve a cabo en verano y no en febrero.

El Consell ha invertido un total de 107.000 euros en la reforma de la jardinería de 13 rotondas y medianas de las carreteras de la isla con la plantación de especies aromáticas autóctonas y las palmeras. La rotonda de ses Salines ha tenido un tratamiento especial al situarse en el ámbito del parque natural.