Adriana Flores-Bórquez|ATENAS
Grecia y su capital, Atenas, están inmersas en una carrera contra el reloj, apremiadas por el cumplimiento inexorable de los plazos cuando sólo faltan 99 días para la inauguración de los Juegos Olímpicos. Según cifras oficiales, de las 39 instalaciones, menos de la mitad (15) están listas, mientras que otras 24 tienen que ser terminadas y sólo 13 de ellas tienen el 90 por ciento de las obras listas en esta fecha.

En estos Juegos Olímpicos se gastará la exorbitante cifra de mil millones de euros para la seguridad. El presupuesto es tres veces mayor que en Sydney. Serán los primeros Juegos Olímpicos de verano después de los atentados terroristas en EEUU y de Madrid el pasado marzo, y Grecia tendrá que responder al gran desafío de celebrar unos Juegos seguros.

Desde el comienzo de los Juegos Olímpicos de la Edad Moderna, hace 108 años en el histórico estadio Panathinaikó con la Acrópolis de Atenas al fondo y cumpliendo con la visión del barón francés Pierre de Coubertin, no ha habido otro precedente de tanta angustia.

La cubierta sobre el Estadio Olímpico, obra de Santiago Calatrava, el escaparate de los Juegos y sede de las ceremonias de apertura (13 de agosto) y clausura (29 de agosto) así como las sedes de deportes que serán transmitidos a 4.000 millones de espectadores, se encuentran aún en construcción.

El ministro de Transporte griego, Mijalis Liapis, aseguró la semana pasada que el tranvía que une el centro de la ciudad con las instalaciones de la costa al sur funcionará a partir de mediados de junio y que lleva a cabo inspecciones semanales para comprobar los progresos.

El tren de cercanías que conectará el aeropuerto con el estadio y con el Centro Principal de Prensa también funcionará en julio, según los cálculos del ministro. La nueva carretera que conduce a la villa olímpica estará terminada para facilitar su traslado a las instalaciones.

La gran mayoría de los jefes de las federaciones internacionales han tenido los mejores comentarios sobre la calidad de los servicios técnicos y deportivos de los estadios, constatada en los 38 preolímpicos realizados hasta la fecha.

Grecia desplegará un contingente de 44.000 agentes entre policías, militares, bomberos y guardias costeros, apoyados por la más alta tecnología y por un grupo de asesoría de siete países. Además, funcionará un sistema de seguridad único, con la ayuda de la OTAN para vigilar el espacio aéreo y el marítimo y hacer frente a un atentado químico, biológico o radiológico. El problema de la seguridad cobró ayer relevancia tras estallar por la madrugada tres bombas en una comisaría de Atenas, en un atentado que sólo causó daños materiales y que sería obra de un grupo terrorista local. «Es un incidente aislado que no afecta a la seguridad de los preparativos olímpicos», se aprestó a declarar el primer ministro griego, Costas Karamanlis.

Las buenas noticias son que Atenas 2004 ha batido el récord de solicitudes de voluntarios, el doble de Atlanta y de Sydney, con 160.000 solicitudes. La mayor parte (65%) son griegos, seguidos por EEUU, España y Alemania entre 188 países.