Sergio Gil ayer por la tarde durante la jornada ciclista a la que fue invitado como aficionado.FOTO: KIKE TABERNER

Sergio Gil vuelve a ser el vivo recuerdo de aquellos que sufrieron el múltiple y atroz atentado del 11M, esta vez en Eivissa. Invitado por los directivos del Club Ciclista San Antonio, Sergio llegó a la isla ayer por la mañana para recibir un homenaje en el marco de una prueba deportiva. Tiene 19 años y a diferencia de la imagen que dio la vuelta al mundo, su apariencia vuelve a ser la de un joven normal: tranquila, vital y muy lejana a la violencia de aquel día.
Sergio aseguró que «todo» en su vida ha cambiado desde aquel atentado. Un cambio que se debió a las repercusiones que su caso ha tenido y por el cual «está todo el mundo interesado por mi: la prensa llamándome a mi casa todo el día y las cartas que recibo de apoyo. Un cambio total en mi vida».
Sergio cuenta que si bien su vida anterior era más tranquila, ahora se enfrenta una agenda llena de compromisos relacionados con aquel fatídico atentado «la semana que viene tengo un acto en Unicef, he tenido encuentros con las otras víctimas además de acercarme a Atocha a encender velas». A pesar de todo, Sergio es un chico normal al que le gusta tener sus aficiones y calificó de «genial» la invitación que recibió desde Eivissa para participar en la jornada ciclista, «además nunca había estado en la isla y quería venir». La juventud de Sergio le permite tener opiniones claras en cuanto a las decisiones políticas de sus gobernantes y en relación a la vuelta de las tropas españolas, aseguró que «no quisiera que hubieran ido nunca porque no tenían porqué. Lo pensaba antes de que los enviaran y antes de que hubiera ocurrido todo esto», un punto de vista que expresó en la marcha del 'No a la Guerra' y que no pudo repetir en la del 11M porque estaba hospitalizado.
L. Aversa/S. Mañogil