Sant Jordi vivió durante la jornada de ayer su tradicional 'Feria de Artesanos' que concluye una semana llena de festejos en honor al patrón de la localidad.

Un mercadillo cultural en el que los más pequeños pudieron ver y tocar los animales autóctonos que desde sus jaulas de exposición enternecían a los visitantes que aprovecharon la jornada festiva para acercarse: podencos ibicencos, corderos, ovejas, caballos, patos y pavos reales se dejaban acariciar y conocer en una feria en la que más de treinta puestos artesanos expusieron los productos típicos y tradicionales de Eivissa.

La Asociación Cultural del Retorno también estuvo presente en la feria, ubicada en los alrededores de la parroquia, y fueron sus pañuelos, delantales y refajos algunos de los atractivos que eran elaborados frente al público. «Se utilizaban para los vestidos de novia», explicó una de las integrantes de la asociación en relación a los retajos «se llegan a utilizar hasta nueve», concluyó esta experimentada costurera.

Además había artesanías en cerámica relizadas por los alumnos de la 'Escuela Municipal de cerámica de adultos de Sant Josep' que exponían modernos diseños junto a los tradicionales trabajos típicos de la isla.

Un stand de restauración de muebles y otro de utensilios hechos en enhebro y savina también formaban parte de las artesanías de esta jornada cultural en la que los artesanos de la localidad se volcaron durante todo el día.

Los elementos tradicionales de las danzas locales fueron el tema de interés de los asistentes entre los que las castañoles y tambors resaltaban por sus grabados de colores fijados en la madera.

La asistencia de los visitantes a la feria fue cotinua y el mercadillo artesanal de Sant Jordi volvió a ser el encuentro cultural que clausura la semana de actividades que cada año se realizan para honrar a Sant Jordi.Luciana Aversa