La tradición de Sant Jordi, el día del libro y de la rosa, tuvo
poca relevancia ayer en Formentera donde tan sólo tres librerías
hicieron un esfuerzo por reivindicar el día, no sólo del libro,
sino, más importante, de la lectura en el día en que se conmemora
la muerte de Cervantes.
Durante toda la mañana se vio gente con algún libro o bolsa de
librería en la mano pero las rosas brillaron, en general, por su
ausencia.
Se hechó en falta el habitual tenderete que montaba el anterior
equipo de gobierno que obsequiaba a los paseantes con una rosa y un
'auca' relacionada con la historia de la isla y que ponía la nota
de color en la plaza Constitución. En esta ocasión el Consistorio
decidió hacer en la Biblioteca Municipal a las cuatro y media de la
tarde una fiesta con Party Planet para los niños y obsequió con una
rosa a las madres que llevaron a sus vástagos a la fiesta.Por su
parte, el Fórum Socio Cultural de Formentera fue protagonista de
una curiosa iniciativa por partida doble: se colocó en una mesa de
la Fonda Pepe un libro de poesía de Marià Villángomez y junto a él,
un libro en blanco para que voluntarios transcribieran sus poemas
.G.R.
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