La fachada de la iglesia de Sant Francesc Xavier de Formentera fue pintada durante la mañana de ayer de color blanco. Era la culminación de las obras que durante unos meses ha realizado el Consell Insular para reparar los problemas existentes en dicha fachada a causa de una intervención de hace más de una década en la que se emplearon materiales que se habían degradado. Hasta ahí, normal. Lo que sorprendió a todos los formenterenses y desde primeras horas de la mañana se había convertido en la comidilla popular, era la pregunta que estaba en boca de unos y otros ¿por qué la pintan de blanco cuando siempre ha sido de color ocre o tierra? Decían con pequeñas variantes los que miraban asombrados como se ultimaba el proceso de pintura.

El comentario unánime, al menos el inicial pues el tiempo pondrá las cosas en su sitio, era que se trataba de una locura más del conseller de Patrimoni, Joan Marí Tur Botja , para el que incluso inventaron el slogan Botja pinta más blanco .

La mayoría de las personas consultadas han confirmado que nunca habían visto la iglesia con su fachada blanca y tan sólo una persona de edad contó que cuando era pequeña, la iglesia estaba revestida del típico mortero pero que un cura, Don Eugenio , explicó, se empeñó en encalarla; cuando el blanco desapareció, la iglesia retornó a su color original. Esta historia la confirmaba un representante de la Obra Cultural Balear que también hacía referencia a la historia de Don Eugenio que quedó en los anales como el cura que pintó de blanco una iglesia que, en teoría, no era así en sus orígenes como lo atestiguan los dibujos que en su momento hiciera de la misma el Arxiduc Lluís Salvador, salvo el breve lapso mencionado. Incluso el alcalde de la isla, Juanma Costa, reconocía el gran impacto que provoca esta nueva visión de la iglesia a la que costará acostumbrarse. Guillermo Romaní