Los empresarios alertan de las graves consecuencias del cierre

Serra i Mayans, que se había entrevistado con las personas que explotan ambas canteras, señaló su estupor por los expedientes incoados, por las fechas en que se ha decidido el cierre y por la cuantía de las multas que se quieren imponer «90 millones de pesetas para uno y más de 400 millones para el otro». «Esta medida supone -dijo el máximo representante de los pequeños y medianos empresarios de la Pitiusa menor-, paralizar totalmente la actividad constructora en Formentera, y curiosamente se lleva a cabo en un momento en que estamos a pocas semanas del inicio de la temporada turística». Según Serra i Mayans «paralizar la construcción conlleva la paralización casi total e inmediata de otros muchos sectores productivos de la isla y ello tendrá graves consecuencias económicas».

Serra i Mayans hizo asimismo referencia a los dos escritos, de marzo y abril, en el que «uno hacía mención a la LEN y el otro a la Ley de Costas» y sin entrar a valorar la situación o validez jurídica de los procedimientos sancionadores, recalcó que «Formentera es una isla en la que, como lo demuestran multitud de hechos, se puede seguir atacando al empresariado de la isla sin tener el más mínimo conocimiento de la problemática específica de la misma». Tras reiterar que a Formentera la están utilizando como «conejillo de indias de las conquistas ecológicas de quienes viven en Mallorca» afirmó que «no se entiende cómo se puede llegar a estos extremos cuando con el diálogo se puede evitar crear una situación que puede generar un perjuicio económico para Formentera de proporciones incalculables». Los empresarios se preguntaron por qué, si como parece, el origen de esta actuación de Medi Ambient está en denuncias que tienen cuatro o cinco años de antigüedad, no se han arbitrado sistemas de corrección en el problema.

Asimismo el presidente de la PIME mostró su indignación por el hecho de que en un debate en el Parlament entre el actual y el anterior conseller de Medi Ambient, Jaume Font y Margalida Rosselló, los méritos o deméritos de uno u otro estaban en haber archivado denuncias sobre las canteras de arena de Formentera.