Los adultos también se lanzaron a la piscina.

Llevábamos muchos años buscando actividades para nuestros hijos y por fin las tenemos. Antes no había nada», explicaba ayer en la piscina municipal de Santa Eulària Pilar, una de las madres de niños con discapacidad que ha visto hecha realidad una de sus mayores demandas: que su hijo pueda disfrutar de actividades extraescolares. «Es la primera vez que el Ayuntamiento de Santa Eulària se ha involucrado en este tema y también tenemos que agradecer mucho la labor que la Plataforma Sociosanitaria ha hecho a este respecto», añadía Gonzalo, otro de los padres que ayer acompañó a su hijo en su primer día de juegos en la piscina. Junto a Pilar y Gonzalo, Lina también seguía atentamente los movimientos de su hija que, al igual que sus compañeros de piscina, necesitaba una atención especializada para poder ir a la piscina. «Pagando siempre ha habido posibilidades pero un curso como éste es la primera vez que se organiza», señaló aprobando el convenio del Ayuntamiento de Santa Eulària y Aspanadif que le ha abierto un mundo de posibilidades a ella y su hija y mejorar la calidad de vida de toda su familia.

Juegos
En la piscina, el monitor Pedro Hernández, la fisioterapeuta Felisa Tebar, y la voluntaria Andrea Manzano, tuvieron la primera toma de contacto con los participantes en el taller de juegos acuáticos. Divididos en grupos de edad los más pequeños jugaron con pelotas y otros objetos en el primer turno y los adultos hicieron varios largos.
Para la próxima semana los monitores esperan la afluencia de más personas a este taller y el resto de la oferta del programa que incluye de lunes a viernes actividades como baile, juegos lúdicos y deportivos y excursiones.
E.Estévez