Hace poco me enteré de la noticia de la muerte del escritor Àngel Palomino e inmediatamente recordé que había estado en Ibiza. Entonces pensé que era de justicia que se le dedicara esta página de mis crónicas.

En general 1978 fue un mal año para el cine porque murieron Charlotte y Pier Paolo Passolini. Por eso a mí se me ocurrió la idea de dedicarle un homenaje a través de la Semana Cultural de aquel año. Hasta entonces habían sido pregoneros de la conferencia inaugural personalidades de la categoría del marqués de Lozoya, Antonio Gala o Luis Rozales. Estaba buscando a alguien para que hablara de esos cineastas cuando mi buen amigo y admirado cronista Juan Manuel Sánchez-Ferreriro me dijo que le conocía y se ofreció a agilizar las gestiones. Él aceptó rápidamente y acudió de forma gratuita.

Reconozco que al principio tuve mis dudas sobre si sería la persona adecuada. El título de la conferencia fue 'Charlotte y Passolini, dos talantes para Ibiza' y fue en el recuperado baluarte de Portal Nou. Sólo empezar me di cuenta de mi acierto. Nos introdujo de forma magnífica en su universo y además tengo que señalar que fue una ponencia escrita para el acto, no como ocurre en otros casos.

Al final, con gran sorpresa mía, llegó un gran grupo de militares para invitarle a cenar y observé que le mostraban un gran afecto; luego me dijeron que eran ex alumnos suyos porque él había sido en el pasado profesor de la academia militar de Toledo. No pude acompañarles porque tenía compromisos con otros invitados, entre ellos Ana Belén, Analía Gadé o Antonio Ferrandis. Aunque la invitación era para toda la semana estuvo muy poco tiempo. Por eso no puedo presumir aquí de ser un gran amigo suyo, pero durante el tiempo que lo traté me di cuenta de que era una persona muy interesante, generoso, con gran sentido del humor, un conversador brillante y conocedor de una forma extraordinaria de los problemas de España y de los personajes actuales en el poder. Por encima de todo, era un gran escritor y periodista.