Lliteres, Estarás y Nicolau explicaron ayer el contenido del acuerdo entre ambos partidos.Foto: PERE BOTA

Partido Popular y Unió Mallorquina cerraron ayer el acuerdo para la puesta en marcha de la televisión autonómica, que tendrá un presupuesto este año que rondará los 17 millones y cuya lengua vehicular será el catalán. El pacto, que ya anticipó ayer por Ultima Hora, fue presentado por la vicepresidenta del Govern, Rosa Estarás, y por Josep Lliteres y Damià Nicolau, dirigentes de Unió Mallorquina.

El acuerdo establece que la lengua vehicular será el catalán, con las modalidades propias de Balears, tanto en la televisión como en la radio. El Govern quería una televisión bilingüe, pero UM reclamó a sus socios poco antes de las elecciones un cambio de modelo. De esta manera, UM garantiza su apoyo a la futura televisión autonómica y al nombramiento de María Umbert como directora general del ente. Gracias a la velocidad con la que PP y UM han llegado a un acuerdo, Umbert podrá ser designada directora general por el Consell de Govern que se celebra mañana en lugar de aprobar su nombramiento el día 2. Hoy mismo se reunirá el Consell Assessor de RTVE para dar el visto bueno al nombramiento de la actual jefa de gabinete de Matas. Umbert comparecerá el viernes para explicar algunos detalles del nuevo canal.

El hecho de que la lengua vehicular sea el catalán no impedirá, sin embargo, que la futura televisión pueda emitir películas y algunos programas en castellano. Tampoco se impedirá a ningún invitado a expresarse en castellano. «La petición de UM para que la lengua vehicular sea el catalán tiene mucho calado político», asumió Estarás.

En los programas informativos y deportivos, la futura televisión deberá cuidar especialmente el uso de la lengua catalana. Para ello se elaborará un «libro de estilo». En cuanto a las películas, el objetivo es que puedan traducirse al catalán propio de Balears, pero el Govern entiende que esta traducción tiene un coste muy elevado y que retrasaría mucho la puesta en marcha del canal. El ente público comprará las películas y los programas que sean propiedad de la FORTA.

Programación
El documento pactado por UM y PP plantea que la programación de los medios públicos cumplirá escrupulosamente la Llei de Normalización Lingüística. Además, los medios serán respetuosos con la libertad de expresión, la objetividad, la veracidad o imparcialidad de las informaciones, según el documento presentado ayer. Los dos partidos no concretaron, no obstante, si los programas informativos serán elaborados por el propio ente o se comprarán a una productora externa. «Este tema lo decidirá el Consell Assessor de RTVE», subrayó Lliteres.

La futura televisión, que tendrá un presupuesto que rondará los 17 millones, tendrá su sede en Calvià y el objetivo es comprar nuevos terrenos para ampliar las instalaciones. La radio, en cambio, se ubicará en un edificio propiedad del Ibavi en la calle Manuel Azaña de Palma. La plantilla, como también adelantó este periódico, la formarán aproximadamente un centenar de personas y la futura televisión tendrá delegaciones en todas las islas.

El acuerdo entre PP y UM establece que el nuevo catalán comenzará a emitir el 1 de marzo -Diada de Balears- del próximo año. En enero y febrero se harán emisiones de prueba.

El pacto entre los dos socios contempla también que todos los canales en lengua catalana -TV3, Canal 9, Canal 33 y Punt Dos- deberán verse en Balears de la misma manera que el canal autonómico se captará en Catalunya y Valencia. Estarás dijo que estas cuestiones estaban garantizadas.

El Consell Assessor de RTVE volverá a reunirse el día 31 de este mes para aprobar el plan de actividades del ente público, las plantillas definitivas del ente y el anteproyecto de presupuesto de este año, además de tramitar los estatutos de las sociedades anónimas.

En relación al nombramiento de María Umbert, el PSM remitió ayer un comunicado en el que tildó a la nueva directora del ente audiovisual de ser la «nueva Urdaci» de la televisión autonómica. Los nacionalistas creen que la elección de Umbert sólo responde a criterios de control político por parte del Govern.