La Asociación de Floristerías y Viveros de la Pimeef se reunió ayer con ayuntamientos, Consell y Fuerzas de Seguridad del Estado para pedirles su colaboración para luchar contra la venta ilegal ambulante de flores y plantas, un negocio que se lleva a cabo especialmente en los meses de verano y que realizan «unas ocho o diez personas con tres o cuatro furgonetas» por toda la isla, según aseguró el presidente de la agrupación, Bartolomé Escandell.

Todas las instituciones que acudieron a esta reunión se comprometieron a trabajar de forma coordinada para acabar con esta problemática que se ha ido acrecentando con el paso de los años.

Por un lado, los representantes de los ayuntamientos, que son los que tienen las competencias para actuar en los casos de venta ambulante, aseguraron que continuarán haciendo esfuerzos para hacer frente a esta situación que denuncia la asociación de floristeros.

La Guardia Civil, que también estuvo presente en este encuentro, aseguró que colaborará también comprobando, entre otras cosas, si la mercancía que se vende es material robado. Asimismo, recordó que le corresponde a la Policía Local poner el máximo empeño para terminar con la venta ambulante.

El conseller insular de Comercio, Diego Guasch, explicó, que entre las vías de actuación que tiene el Consell para atajar este problema está «la de revisar la adjudicación de tarjetas de transportes y también aumentar la inspección en cuanto al tipo de vehículos» que desarrollan esta actividad. Guasch añadió que la institución tomará las medidas que sean oportunas «cuando se advierta que estos vehículos además de no tener tarjetas de transportes están haciendo transporte ilegal de plantas». Desde la semana pasada ya se ha comprobado la presencia de este tipo de negocios, según explicaron los floristeros.