A pesar de que la inauguración oficial de la pista de patinaje
de sa Colomina será el próximo día 27, los forofos de este deporte
se han dedicado en la última semana a probar los ocho módulos de
estas nuevas instalaciones que han resultado ser mucho mejores de
lo esperado por el colectivo de patinadores de la ciudad y de la
isla en general. «Para ser el primer circuito de skate de la isla
no está mal», explica Juan Ferrer, uno de los portavoces de la
Asociación de Skate de Eivissa que todavía está en fase de
gestación.
«La pista está bien si tenemos en cuenta el presupuesto y el
espacio con que contábamos pero lo cierto es que en estos dos años
el movimiento skate ha crecido mucho en la ciudad y en la isla en
general, por eso si esta pista marcha bien desde el Ayuntamiento ya
se nos ha comentado que se pondrían en marcha unas instalaciones de
1.000 metros cuadrados en Can Misses», adelantó el portavoz de los
patinadores.
Junto a Sito Moinelo, Juan nos muestra el circuito y menciona
los nombres de sus ocho módulos. Situados en el centro de la pista
y con la mirada hacia el cinturón de ronda nos topamos con dos
planos inclinados. «El de la izquierda de menor tamaño, es para los
patinadores más pequeños e inexpertos y el de la derecha, de mayor
altura y tamaño es para los aficionados de mayor nivel», comenta
Juan Ferrer. «Se utiliza para dar impulso e iniciar el recorrido
por el circuito y dirigirse hacia los módulos centrales», añade
mientras señala los dos módulos situados en el centro de la
pista.
A esta altura se encuentra un punto de forma rectangular, dos
fun-box. «Son cajas divertidas en sentido literal porque en ellas
puedes hacer lo que quieras, y poner en práctica todos los trucos:
desde entrar por distintos sitios, railar, o grindar con los ejes,
saltar por uno de los planos o saltarlo por completo», comenta
Juan.
La siguiente parada del itinerario de los patines son los dos
quarters en los que se pueden dar saltos e incluso railar o grindar
con los patinetes, es decir, jugar con la posición de las ruedas
sobre la estrecha bara galvanizada que forma parte defun-box. En el
centro de la pista se encuentran dos cajones normales, las piezas
más sencillas, que sirven para hacer todo tipo de trucos. Se pueden
subir a dos o cuatro ruedas para grindar y railar.
«Es un circuito de street, muy callejero en el que todos los
módulos permiten realizar los trucos y movimientos sobre el
patinete que se realizan normalmente en los bordillos de las aceras
y en un recorrido de calle habitual», explica Juan Ferrer que se
muestra satisfecho con la consecución de la pista después de dos
años de peticiones, concentraciones y recogidas de firmas. «Estamos
contentos pero estamos estudiando las características de las
instalaciones a través de las opiniones de los chavales que las
utilizan. Algunos módulos resbalan y posiblemente habrá que darles
una capa de pintura antideslizante», comenta.
E.Estévez
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