F rancisca Riera se ha convertido en un referente para muchas mujeres de la isla debido a sus conocimientos de costura aplicados a la agradecida tarea de confeccionar trajes de pagesa de campo. «Mi madre siempre iba vestida con las ropas típicas y yo aprendí a hacer estas ropas en un taller organizado por la Colla de L'Horta de Jesús», comenta esta sencilla mujer que desde hace un par de semanas enseña todo lo que sabe a un grupo de 17 mujeres que participan en esta actividad organizada por la Associació Cultura es Retorn de Eivissa en colaboración con el Ayuntamiento de Sant Josep.

Estas clases, que se imparten todos los jueves de 17,00 a 20,00 horas en Can Jurat, se han convertido en todo un aliciente para todas sus alumnas que están aprendiendo a coser sus propios trajes de pagesa: «Estoy haciendo un traje para mí que utilizaré para las batlladas que se hacen en verano en los pozos de toda la isla», explica Fina, que tiene una hija que forma parte de una colla y en su momento tuvo que comprarle el traje. Nieves y Paula, también se han puesto manos a la obra para confeccionar sus propios trajes. «Utilizamos telas de algodón con estampados pero como en Eivissa hay mucha gente que hace ropa pagesa muchas veces las telas se repiten», comenta Esther, otra de las aprendices que se enfrentaba ya a los secretos del punto de vainica, el característico de los pañuelos amarillos que se utilizan para cubrir la cabeza. «Da mucho trabajo porque tienes que ir sacando hilos de la tela para hacer el dibujito este», dice mientras muestra el comienzo de una greca que recorrerá el perímetro de la tela.
Margarita simultanea la confección de dos mantones para sus nietas con las puntadas para dar forma a los patrones de los trajes típicos de campo.

«No es difícil, es cuestión de tener paciencia y tiempo, que es precisamente lo que falta hoy en día», confiesa en un descanso Fina, alumna para quien acudir a este taller se ha convertido en una terapia. Frente a ella dos compañeras se afanan en dibujar los motivos florales que calcarán sobre la tela para luego bordar los rifacos o enaguas de vivos colores.
En este taller, que se prolongará hasta el mes de junio, Francisca Riera enseña a sus alumnas a coser e caracó o camisa abotonada de tela uniforme, e gipó, su versión en la que el cuerpo de color liso se combina con las mangas con telas estampadas, mocador del cap o pañuelo para la cabeza. El curso, en el que todavía quedan vacantes tres plazas, cuesta a cada alumna un total de 75 euros a cambio de los cuales es Retorn les ofrece el material y las clases prácticas.
Alumnas y profesora aspiran a hacer una exposición con todos los trajes confeccionados al final del curso en las dependencias de Can Jurat.E. Estévez