El candidato del PP al Senado fue el único de su partido que ganó algo anoche. Fue así hasta el punto de que lo primero que hizo Antoni Marí Carraca tras confirmarse su triunfo fue reconocer la debacle de su partido a nivel nacional. «Hay que aceptarlo democráticamente», indicó, para matizar a renglón seguido que «los resultados en Eivissa y Formentera no han sido malos». «La suma de los votos del PSOE y el Pacte [en alusión a la fuerza Progressistes per Eivissa y Formentera] no iguala al PP, por lo que la victoria de Antoni Marí al Senado es indiscutible», destacó.

Marí agradeció a los ciudadanos de las Pitiüses la confianza depositada sobre su persona, y especialmente a su pueblo de Sant Joan, donde, según dijo, obtuvo un resultado «igual o mejor» que en las pasadas elecciones autonómicas.

El senador electo no recordaba anoche quién fue la primera persona que le felicitó por teléfono. «No he parado de recibir llamadas. No me bastan los dos móviles y ya ni me acuerdo cuál ha sido la primera llamada que he recibido», dijo. Hoy Antoni Marí acudirá como cada lunes al Ayuntamiento de Sant Joan, aunque, según reconoció, arranca una nueva etapa en su vida con una responsabilidad añadida: «Mañana [por hoy] comenzaré a preparar trabajo para el Senado». Para ello, Antoni Marí se ofreció ayer mismo a recoger «todas las inquietudes» de los ciudadanos para trasladarlas al nuevo Gobierno a través del Senado. «Me ofrezco para trabajar para todo el mundo», apostilló.