El curso estuvo dirigo por Rosa Casals, Gloria Victorero y la consultora en las Pitiüses, Susana Zuber. Foto:M.TORRES

La medicina convencional es del todo insustituible, pero la fitoterapia puede ser un complemento que potencie sus resultados y mejore la calidad de vida de los pacientes. La melisa, el tomillo, el aloe o los cítricos pueden convertirse en herramientas que solucionen, o al menos mitiguen, determinado tipo de dolencias.

Rosa Casals, directora nacional de la empresa suiza Nharin Just, especialista en fitoterapia y nutrición, ha viajado a Eivissa para impartir un primer curso de formación en las Pitiüses. Unas 10 personas entre las que se contaban amas de casa ansiosas por adquirir conocimientos sobre medicina natural, pero también personas que quieren trabajar como consultores para la empresa, han participado en el curso.
«No se trata simplemente de coger las plantas del campo, hay que mantener los principios activos, responsables de que tengan el efecto deseado. Para un resfriado utilizamos los principios activos del tomillo y lo mismo con la lavanda, empleada para los transtornos nerviosos, de ansiedad o depresión».

El proceso de transformación de estas plantas antes de su aplicación es muy laborioso y muchas de ellas se combinan para potenciar su efecto. Hay que comprarlas en origen porque los principios activos sólo se conservan en derminadas condiciones, lo que supone que haya que extraer el árbol del té de los campos de Australia, la lavanda de la Provenza francesa o el aloe de los de Méjico. En la medicina natural también hay mucho de leyenda, por eso existe un baremo internacional, asumido por la OMS, que cataloga qué plantas tienen principios activos beneficiosos. S. Yturriaga