La ecotasa se cobró en los hoteles pitiusos entre mayo de 2002 y octubre de 2003.

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El Govern balear, a través de la Conselleria d'Hisenda y Pressuposts, cobrará en dos años los 52,2 millones de euros que adeudan los hoteleros de las Islas por el cobro de la ecotasa durante los años 2002 y 2003. La cantidad representa el 65 por ciento del total en el período de aplicación del impuesto (80.510.644 euros). La ecotasa entró en vigor el 1 de mayo de 2002 y fue derogada por el actual Govern en octubre del año pasado.

A pesar de que en Palma la noticia ha caído como un jarro de agua fría, en las Pitiüses la asumen con más serenidad. Así, el presidente de la Federación Hotelera de Eivissa y Formentera, Pedro Matutes, reconoce que quedan cantidades por pagar correspondientes al ejercicio de 2002 y asegura que buena parte de los hoteleros van a asumir el pago de estas cantidades «aunque acogiéndose a facilidades como el pago fragmentado».

Al contrario de lo que ocurrió en Mallorca, en las Pitiüses la mayoría de los hoteleros cobraron el impuesto al turista, al que ofrecían una compensación con consumiciones gratuitas, entre otros servicios. «Con este sistema las islas salvaron una situación muy negativa para el mercado», dice Matutes que añade que «el cobro a un cliente que no tenía información sobre la existencia del impuesto suponía dar una imagen muy negativa, pero los pitiusos lo salvaron dándoles un servicio». El hotelero cree que hay empresarios que seguirán adelante con los recursos contra el impuesto «si considera que tienen posibilidades de ganarlos». De todos modos, «es una decisión empresarial y particular en la que la federación como tal no entra».

«Cuando se derogó la ecotasa no implicaba que el Govern estuviera regalando a los hoteleros las cantidades cobradas ni mucho menos», insiste Matutes. «Los hoteleros no se van a quedar con el dinero; no se trata de una amnistía fiscal», sentenció.