El alquiler de un vehículo con chófer durante la representación Adlib que se realizó en la feria Steps de Londres (Reino Unido) que tuvo lugar entre los días 6 y 9 de junio de 2001 costó un total de 488.350 pesetas (casi 3.000 euros), es decir, a 162.783 pesetas por cada uno de los días. El alquiler del vehículo, del que no se especifica el tipo o modelo, pero sí que dispone de «con chófer a disposición», fue hecho a Angela Shanley Associates y tramitado a través de Barceló Viajes.

La visita de los seis representantes de la institución, entre cargos públicos y personal de confianza, ascendió al final a casi dos millones de pesetas (18.000 euros), más dinero que lo que supuso el desfile en sí, que costó, entre las modelos y la coreografía, 1.632.000 pesetas (9.800 euros). Las personas del Consell que asistieron al evento, que por otro lado cosechó alabanzas, fueron la entonces presidenta Pilar Costa; el conseller de Turisme, Josep Marí Ribas; la consellera de Benestar Social, Sofía Herranz; la responsable del Patronato de la Moda, Amalia Mora; el jefe de gabinete de Presidencia, Julián Aguilar, y la jefa del gabinete de Prensa, Carmen Bermúdez. Todos, con excepción de Marí Ribas y Amalia Mora estuvieron en la capital británica del 6 al 9; éstos, por su parte, volvieron a Eivissa el día 8.

El equipo de gobierno, cuando fue interrogado en julio al respecto por el PP para saber «cuál era la cantidad total liquidada o por liquidar por cuenta del presupuesto del Consell (...) para promover la moda Adlib en Londres», el entonces conseller de Turisme señaló que había tenido un coste nulo, porque «estuvo totalmente sufragado por Ibatur». Aunque en octubre el conseller balear de Turisme, Celestí Alomar, reconoció en el Parlament balear a otra pregunta de Pere Palau que «no se había realizado ningún pago», Ibatur señaló en marzo de 2002 que él se hizo cargo de manera directa «de las [facturas] correspondientes al alojamiento, desplazamiento y transporte de los artistas», quedando el resto para el convenio general firmado entre ambas instituciones.

Sin embargo, según ha podido saber este periódico, al menos los «extras» en metálico salidos del Consell para gastos de bolsillo no constan como devueltos por ninguna instancia.