Vicenta Clapés Noguera, vecina de Santa Eulària, no quiso
perderse ayer la inauguración de una antigua sénia que había
pertenecido a su familia. Encantada, saludó al alcalde de la
localidad, Vicent Guasch, y al resto de autoridades y aseguró que
le gustaba mucho el resultado final, que se ha conseguido después
de una restauración que ha costado al Consistorio unos 40.000
euros.
Situada a la salida del pueblo en dirección a es Canar, en pleno
casco urbano, esta noria fue mandada construir por su padre,
Bartolomé Clapés, y durante muchos años funcionó y regó una zona
que entonces era huerto. «Al morir él quedó abandonada, pero cuando
me casé se puso otra vez en marcha», recordaba la antigua
propietaria.
El proyecto de rehabilitación, que ha respetado en todo momento
la forma y los materiales originales, incluía en un principio tres
palmeras, pero finalmente la noria se ha rodeado únicamente con una
barrera de madera de iroco. La parte más laboriosa del proceso fue
la de la limpieza de la misma, que tiene 20 metros de profundidad,
pero el agua que hoy se extrae es la suya propia. Con esta ya son
tres las norias restauradas en el municipio, una en Jesús y dos en
Santa Eulària. Ahora el Ayuntamiento se propone arreglar la situada
en la zona de Cas Capità.
Sara Yturriaga
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