Tras estudiar diferentes alternativas que pudieran facilitar el
acceso al Puig de Missa, finalmente el Ayuntamiento de Santa
Eulària se ha decantado por la construcción de un túnel y la
colocación de un elevador en el interior del conjunto
arquitectónico. El primer teniente de alcalde, Vicent Riera,
aseguró que esta idea novedosa, que todavía no se ha plasmado en
proyecto, es la que el Consistorio considera más idónea para que
tanto personas de edad avanzada como discapacitados puedan acceder
con facilidad a la zona más emblemática del municipio. Asimismo,
destacó que esta fórmula es la que menos impacto visual provoca de
todas las opciones estudiadas.
La actuación propuesta por los técnicos de la administración
municipal consiste en crear un pasillo justo en el lugar hasta el
que llegan los coches, la plaza de Lepanto. Allí se abriría una
puerta y en su interior se harían aseos públicos. Además se estudia
la posibilidad de colocar un pequeño quiosco e incluso un punto de
información turística. El pasillo subterráneo partiría de esta zona
para atravesar por debajo la plaza de s'Església y llegaría hasta
la entrada del templo, a la conocida como puerta de Cala Llonga. A
esta altura se colocaría el ascensor con una capacidad máxima de
tres personas, según apuntó Riera. El concejal afirmó que «lo único
que se vería es la urna de cristal», es decir, la salida del
elevador, que se intentaría colocar en el lugar menos visible. La
intención del Consistorio es que una persona controle el acceso al
pasillo soterrado y que se establezca un horario concreto para
poder utilizar esta entrada.
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