La permanente de la Junta de Personal Docente no Universitario de Balears expresó ayer su rechazo a las medidas del catalán que quiere implantar el Govern y reclamó que las actuaciones en materia lingüística que prevé la Ley de Calidad de la Enseñanza (LOCE) se negocien en la Mesa Sectorial de Educación. Dicho organismo, formado por los sindicatos STEI-I, FETE-UGT, CCOO y ANPE, expresa su rechazo a «la utilización de la enseñanza de la lengua propia de las Islas como elemento de separación entre los ciudadanos, en nombre de una libertad que lo único que pretende es dificultar el conocimiento de las dos lenguas». Asimismo, muestran, en un comunicado, su oposición al «tratamiento restrictivo que se quiere hacer del decreto 92/1997 que regula la enseñanza de y en lengua catalana». Afirman que tampoco está de acuerdo con que se margine al Consejo Escolar de cada centro, se recorten competencias de la UIB que le otorga el Estatuto de Autonomía y se quiera equiparar el nivel de conocimiento del catalán del cuarto curso de ESO con el que el certificado C de la Junta Evaluadora del Catalán. En la nota, los sindicatos se quejan de que el despliegue de la LOCE realizado hasta ahora «reduce el peso curricular de la lengua catalana al 10 por ciento del horario total del alumnado e impone un mínimo de 4 horas de catalán desde primero de Primaria», entre otros perjuicios. «Si se consuma este proceso, el alumnado que no conoce la lengua catalana será discriminado y su integración sociolingüística gravemente dificultada».