Licenciada en Geografía e Historia y residente en Eivissa desde hace 22 años, la de Mónica Pérez ha sido siempre una vida en la que la moda ha tenido gran relevancia, tanta, que con el paso de los años, se ha convertido en el centro de su vida.

Clienta de modista hace años y seguidora de las novedades textiles y propuestas de los distintos diseñadores desde siempre, Mónica empezó vendiendo bikinis en el mercadillo de es Canar para luego hacer sus primeros pinitos en el mundo de la moda creando una marca de napa y piel con su ex marido llamada Mak. «Esto fue hace dieciséis o diecisiete años y duró hasta el año 90 aproximadamente. En esta época yo había asistido a varias ferias de Madrid pero en todo este tiempo el mundo de la moda ha cambiado muchísimo», explica Mónica, quien recuerda con cariño y agradece el apoyo de Pepa Bonet, una veterana Adlib, en su nuevo proyecto. «Ella me dio ánimos y toda la información que hace falta para empezar de cero», comenta la diseñadora, que se decidió a pegar el salto después de que varias amigas diseñadoras le diesen el visto bueno a sus primeras colecciones menores.

Después de haber trabajado durante unos años controlando la producción de pareos de Bali para un mayorista de la isla, esta creativa de la moda retomó el diseño al crear sus propia colección de pareos de mayor calidad que los habituales y con una producción a pequeña escala. «Utilizo rayon de primera pensando en un tipo de clientela muy determinada, a la que le gusta la calidad», comenta esta nueva diseñadora. E. Estevez