«Ustedes serán los responsables de que haya una discoteca en la avenida de Santa Eulària», así de rotundo se mostró ayer en el pleno del Consell el conseller del Pacte, Joan Boned, que protestó por la resolución favorable de un recurso de alzada que presentó contra el Consell la empresa que pretende abrir una discoteca junto al Burger King de esta calle.

«Una vez más se está utilizando una institución pública para resolver los problemas de un particular», remarcó Bonet, que recordó que el Ayuntamiento de Eivissa se basó precisamente en un informe desfavorable del Consell para denegar la instalación de la citada discoteca. Ahora, el Ayuntamiento de Eivissa «no tendrá otra salida» que permitir una instalación que es «potencialmente molesta, insalubre y peligrosa», tal y como recogía el Comisión Insular de Actividades Clasificadas de 2 de agosto de 2002 (la que informó desfavorablemente sobre esta obra). Para Bonet, el nuevo informe favorable es «un caso claro de sectarismo político»

El conseller d'Industria, Diego Guasch, negó las acusaciones de Bonet y afirmó que lo único que ha hecho el Consell «es autorizar la instalación de los servicios higiénicos necesarios» en este bajo, en base a informes técnicos y jurídicos. «¿Considera sectarios al técnico y al jurista que firman estos informes?», preguntó Guasch a Bonet.

El conseller del Pacte no dio por válida la respuesta porque considera que, aunque se haya subsanado algún aspecto del proyecto inicial de esta instalación, la única forma legal de tramitar este caso «sería comenzar todo el proceso desde el principio». Además Bonet remarcó que este informe favorable ha tardado más de seis meses en dictaminarse cuando, si tres meses después de su interposición no se contesta, se considera denegado.

Patrimonio
El plan insular de gestión del patrimonio histórico 2004-2005 salió adelante con los votos favorables del PP ya que el Pacte votó en contra. Para Fanny Tur, consellera del Pacte, este proyecto es «decepcionante, mediocre, poco ambicioso y con lagunas imperdonables e inexcusables» entre las que citó la falta de planes de prospecciones arqueológicas preventivas y submarinas. Las «apenas 20 hojas del plan resultan escasas», a juicio de Tur, que hizo hincapié en que el castillo de Eivissa merece sólo siete líneas. Por su parte, el conseller Marí Tur defendió la conveniencia de las actuaciones previstas y manifestó su deseo de que no haya enfrentamiento político en un tema como el patrimonio.