El cielo del descampado de ses Variades, en Sant Antoni, se llenó de cometas por segundo año consecutivo cuando la fiesta 'Posa un estel al cel', organizada por el colegio Guillem de Montgrí desde hace 11 años, estaba a punto de terminar. Cuando las manecillas del reloj se acercaban a las 14 horas, casi tres horas después del inicio de la diada, el viento empezó a soplar con la fuerza suficiente para levantar las cometas.

La plataforma de vecinos que defiende la reconversión de ses Variades en un parque urbano, en lugar de un puerto deportivo, aprovechó la fiesta para recoger más firmas. Por el momento ya han recogido tres mil apoyos ciudadanos. También pasearon por ses Variades los candidatos del PSOE al Congreso y al Senado de las Pitiüses en las elecciones generales de 14 de marzo, que también estamparon su firma de apoyo a la iniciativa vecinal. «Hay que respetar la voluntad de los ciudadanos, que quieren que ses Variades sea una zona verde», aseguró la candidata al Senado, Carmen Ferrer.

La edición de este año registró un nuevo récord de inscripción, con 360 cometas, aunque quizá fueron menos las aeronaves de papel que danzaron al ritmo de las escasas ráfagas de viento al unísono. Hubo cometas de todos los colores, tamaños y formas, la mayoría hechas a mano en las aulas del colegio o en el taller de construcción instalado en el mismo campo de vuelo de ses Variades. También se exhibieron algunas auténticas máquinas de volar, como el tren de doce cometas acrobáticas exhibidas por el Milotxes Club d'Estels de Valencia. Los valencianos Pedro y Esteban González también desplegaron algunas cometas hinchables llamativas por sus formas (cabeza de elefante, demonio) y por su dimensión.