La Comisión Insular de Urbanismo (CIU), dependiente del Consell, rechazó ayer el sistema de cupos previsto por el Ayuntamiento de Eivissa para limitar la construcción anual de 137 viviendas más 60 plazas turísticas al amparo, entre otras cosas, de un informe desfavorable de la Conselleria d'Obres Públiques. El Ejecutivo autonómico entiende que esta medida vulnera la ley de disciplina urbanística.

El Consell también se basa en un informe del Consell Consultiu realizado para valorar la legalidad de la implantación del mismo sistema de cupos en Calvià (Mallorca) que abunda en que se vulnera el principio de seguridad jurídica. El Consell se basó ayer en esta documentación para echar por tierra los planes del Consistorio de Eivissa.

El Ayuntamiento de Eivissa, que ya aprobó inicialmente en julio de 2002 esta norma de cupos, ve las cosas de forma bien distinta y recuerda que hay dos sentencias firmes favorables a la implantación del sistema en Calvià. Por ello, el concejal de Urbanismo, Vicent Torres, asegura que la negativa se debe a causas políticas. «Está claro», subraya, «si lo hubiera presentado otro Ayuntamiento se habría aprobado», recalca el edil.

El objeto del sistema de cupos, según Torres, es temporizar la ejecución de los proyectos urbanísticos, no así la concesión de licencias. «Se trata de regular la actividad. Es un sistema, además, para proteger los intereses de la gente de la isla. Dado el exceso de trabajo de los últimos cuatro años, el 75 por ciento de las obras las han realizado empresas de fuera», asegura. Cierto es, de todos modos, que los constructores rechazan los cupos y ya dijeron en su día que su implantación dispararía el precio de la vivienda y reduciría en un 50 por ciento el empleo en el sector.