El secretario general del PSOE, Xico Tarrés, asegura que el partido no tenía «ninguna consigna especial» para ocultar a sus socios del Pacte la afiliación política de Carmen Ferrer, elegida por todos los partidos para liderar la candidatura conjunta al Senado.

El asunto ha creado malestar entre los partidos minoritarios de la coalición progresista, especialmente en Esquerra Republicana de Catalunya, que anoche se reunió de urgencia para valorar la gravedad de lo sucedido y si era motivo suficiente para romper el acuerdo. «No es la primera vez que el PSOE nos trata con tan poca consideración», aseguró el secretario general, Josep Antoni Prats. «La gente está muy molesta», subrayó. Los militantes de ERC, según Prats, coincidieron anoche en que «el acuerdo no es viable del todo y que tiene que haber cambios». Por ello, ERC planteará a sus socios una modificación del acuerdo alcanzado. «Haremos una contrapropuesta a los otros partidos para aceptar la candidatura de Carmen Ferrer», subrayó Prats.

Tarrés indicó ayer a este periódico que nadie le pidió a él personalmente si Carmen Ferrer se había afiliado al PSOE y que su ingreso en el partido se gestó hace mucho tiempo, aunque hace un mes que se formalizó oficialmente. Recordó incluso que se barajó seriamente en las pasadas elecciones autonómicas y municipales de mayo que la candidata del Pacte al Senado fuera la cabeza de lista de la coalición progresista en Santa Eulària.