Poner un tope a la construcción sin tener en cuenta que la población crece cada año es un error para los constructores.

«El sector de la construcción está sobredimensionado, por lo que dentro de unos años puede haber un número de empresas y trabajadores que sobren y que se vayan a otros sectores». Así dibujó ayer el futuro del sector el director general de la Asociación de Constructores de Balears, Manuel Gómez, que apuntó que en la actualidad hay unos 45.000 empleos directos de construcción (unos 4.000 en Eivissa y Formentera).

Lo que está claro, para Manuel Gómez, es que los planes territoriales que en este momento se están aprobando están siendo «más restrictivos» con la construcción de lo que decían las anteriores Directrices de Ordenación Territorial (DOT), del año 1999, que marcaban un tope de desarrollo del 10% para Mallorca y Eivissa hasta 2010 y un crecimiento del 10% del suelo urbano y urbanizable que contase con planes aprobados definitivamente en el año 1999. Las nuevas restricciones tendrán un efecto directo sobre la reducción de empresas y trabajadores, a juicio del constructor.