«Los sin techo son conscientes que están olvidados. No están en esa situación porque quieren», reflexiona Eulalia Chamorro, una trabajadora social dedicada al centro de día de Cáritas que atiende a los sin techo.

Cuando el centro se inauguró el 15 de julio, los usuarios eran no más de dos al día pero el boca a boca se extendió y ahora hay una media de ocho personas. Desde entonces han pasado 48 personas por este centro, la mayoría de ellos son hombres sin vivienda, en paro, con problemas de drogas y dificultades en sus relaciones familiares. La actividad en el centro comporta una cierra rutina: «Entran en el centro de día y se quedan, lo tienen como un lugar suyo, en vez de estar en un banco o una esquina van ahí y como son bien acogidos toman café y charlan».

El 15 de julio se puso en marcha este centro de día con presencia de representantes de las instituciones «pero funciona por Cáritas», apunta el director de la entidad diocesana, Jaime Navas, ya que no recibe ninguna ayuda económica aunque todos respaldan esta actuación. Así pueden seguir abiertos al público, de lunes a viernes, por las mañanas, «pero necesita estar abierto 24 horas, los siete días de la semana y con un educador de calle».

Navas se muestra muy entusiasta con este proyecto porque «va a los que más lo necesitan, los más olvidados y relegados, que no tienen ganas de acercarse a la administración».

Los servicios sociales del Ayuntamiento de Eivissa no son ajenos a este problema emergente. Ofrecen ayudas puntuales para facilitarles la vida en la calle a algunas de estas personas y tienen incluso contacto con varios consulados ante determinados casos.