Los enlaces eléctricos submarinos de Mallorca con la Península y
Eivissa tendrán su punto de entrada y salida en Santa Ponça, según
la decisión adoptada por la Conselleria d'Indústria, Comerç i
Energia, con Josep Juan Cardona al frente.
El director general de Energia, Jaume Sureda, ha confirmado a
este periódico la elección de Santa Ponça como punto de conexión de
los cables eléctricos que unirán Mallorca con la Península y
Eivissa. El primero romperá el aislamiento balear respecto al
suministro eléctrico directo desde la Península, presumiblemente
Tarragona aunque València no está descartada, con una capacidad de
potencia de 300 megavatios (más de una cuarta parte de la potencia
instalada actualmente en Mallorca, 1.170 megavatios), mientras que
el segundo convertirá Balears en un solo sistema eléctrico, pues
Mallorca-Menorca (con su propio cable de enlace) y las Pitiüses
(con su propio cable Eivissa-Formentera) son ahora sistemas
separados. Aunque se habla de Tarragona como origen del cable, la
opción de un enlace entre València y Mallorca no se ha descartado
del todo, si bien hay que tener en cuenta que la profundidad marina
es mayor entre el Levante peninsular y las Islas.
Las previsiones del Govern apuntan a que el cable entre la
Península y Mallorca estará terminado en 2009, pero previamente, en
2007, ya estaría funcionando el enlace entre Mallorca y Eivissa. No
se descarta que, en 2011, pueda instalarse un cable entre Eivissa y
la costa levantina, lo que completaría un triángulo eléctrico entre
Tarragona, Balears y el País Valencià.
Para el director general, «la llegada y partida de cables
eléctricos submarinos a Santa Ponça, concretamente en la orilla
norte de su bahía, no hace necesaria la construcción de ninguna
infraestructura especial. El diámetro del enlace será de unos 35
centímetros. Se trata de líneas de alta tensión como muchas otras
que discurren por nuestro suelo. En realidad, cada enlace constará
de dos cables, uno de ida y otro de vuelta en cuanto a suministro
eléctrico». El enlace Mallorca-Menorca, con 30 años de
funcionamiento, consta de cuatro cables, de los cuales uno es de
reserva, y no presenta ninguna infraestructura de especiales
dimensiones en sus extremos.
Gasoducto
En cuanto al gasoducto, también previsto para 2007, Jaume Sureda
afirmó que «vamos a ceñirnos a lo que dice el Pla Energètic, que
propone Sant Joan de Déu como punto de llegada del transporte de
gas natural desde la Península». El gasoducto partirá desde Oliva,
en Valencia, o Dénia, en Alicante. A pesar de pertenecer a
provincias diferentes, ambas localidades se encuentran a tan sólo
unos 30 kilómetros de distancia. Así, y tal como propuso el
anterior Govern del Pacte de Progrés, Sant Joan de Déu se mantiene
como única referencia en lo que se refiere a la llegada del
gasoducto.
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