M.A./L.F.A.
Para el presidente del Consell, Pere Palau, y para el vicepresidente de la misma institución, Enrique Fajarnés, «tiene su lógica que se haya dado prioridad al Plan de Excelencia de Sant Antoni sobre el de Eivissa porque es continuación del de Cala de Bou», lo que no impide que Eivissa «se vuelva a presentar en 2004». Fajarnés advirtió de que estas candidaturas «no son llegar y besar el santo».

Un plan de excelencia supone una inyección de millones en zonas turísticas saturadas o degradadas para recuperarlas y cuenta con inversión del Gobierno central, autonómico y local.

Palau recordó a Eivissa que el primer año en el que se presentó el de Cala de Bou no consiguió el plan y recomendó a la ciudad patrimonio que «se lo trabaje para el próximo año».

Palau y Fajarnés rechazaron por completo la teoría de que no se le haya concedido a Eivissa porque es del Pacte, es decir, de distinto color político que el Consell, el Govern y el Gobierno central y recordaron que también se ha denegado el plan a dos ciudades con gobierno popular: Ciutadella y Llucmajor.

Los responsables de la máxima institución pitiusa entienden el disgusto del Ayuntamiento pero consideran que Balears debe alegrarse por haber logrado un plan para Porto Cristo además de la continuación del plan de Cala de Bou.

Por su parte, la diputada socialista Patricia Abascal pidió explicaciones ayer en el Parlament al conseller de Turisme, Joan Flaquer, por la no inclusión de Eivissa en los planes de excelencia «por razones políticas», dijo. Flaquer respondió que los planes los adjudica la Secretaría de Estado de Turismo y no el Govern y aseguró que el anterior Govern del Pacte sí discriminó a ayuntamientos del PP (a pesar de que Sant Josep, del PP, consiguió el plan en 2002). «El Govern defenderá todos los planes que se presenten desde Balears», afirmó.