El alcalde de Eivissa, Xico Tarrés, instó ayer al Govern a que «de una vez por todas se encuentre una solución definitiva para los problemas de la depuradora». El primer edil recordó que todavía no se ha convocado la comisión técnica que hace un mes el Ejecutivo balear y el Consistorio acordaron constituir en un plazo de quince días para decidir si se construye una nueva depuradora o se buscan otras alternativas para acabar definitivamente con los malos olores y los vertidos de la planta. La búsqueda de un solar por parte del Ayuntamiento está pendiente de que «el Ibasan decida si se crea una nueva depuradora y, en este caso, especifique la ubicación adecuada», apuntó.

Tarrés recordó que es necesario tener una solución cuanto antes para poderla incluir dentro de la revisión del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) que está previsto aprobar de forma definitiva el próximo verano. Asimismo, el concejal de Medi Ambient, Juan Rubio, aseguró que las mejoras que se acuerden para la depuradora también condicionarán el proyecto de las obras de la avenida Vuit d'Agost que ya está finalizado.

El alcalde recordó que el Ayuntamiento lleva cuatro años trabajando para modernizar la red de saneamiento, trabajando en zonas como la Marina, Avenida de España, Juan Carlos I y Vara de Rey, y recordó que no sólo Eivissa es responsable de los problemas de la depuradora porque a ella llegan «aguas sucias procedentes de Puig den Valls y Jesús».

Por su parte, Rubio explicó que ya se ha intervenido para eliminar 52 fosas sépticas y que Aqualia está haciendo un inventario para encontrar otras nuevas. El concejal cuantificó en 600 el número de fosas sépticas que se deberán conectar con la nueva red de saneamiento, lo que se logrará en un plazo aproximado de dos años.