La Conselleria de Turisme remarcó que no le gusta la modalidad
del «todo incluido» porque «Balears cuenta con una variedad
extraordinaria de oferta complementaria (bares, restaurantes y
cafeterías) que es, además, uno de los elementos que caracterizan a
Balears frente a otros destinos competidores del Mediterráneo». A
pesar del rechazo a esta forma de comercialización, el Govern
entiende que «si hay demanda en el mercado los empresarios ofrecen
lo que pide la gente y eso hay que respetarlo». Turisme insiste en
que no es necesario «en general» el «todo incluido» porque los
hoteles de Balears no suelen estar en zonas aisladas en las que el
turista no puede encontrar un local donde satisfacer sus
necesidades de restauración.
Lo que sí va a hacer el Govern balear es intensificar los planes
de inspección en los establecimientos que vayan a hacer oferta de
todo incluido para que los productos se ajusten a las
características de calidad que tiene que ofrecer el establecimiento
en función de su categoría.
Sobre el impacto en la oferta complementaria, el director
general d'Ordenació Turística, Josep Aloy, apuntó que entendía la
preocupación de este sector, pero no su alarmismo. «Lo que tiene
que hacer la oferta complementaria es mejorar el producto para no
perder cuota de mercado», afirmó Aloy. El responsable d'Ordenació
indica que en estos momentos este tipo de oferta no supera el 10
por ciento del total de la planta hotelera existente en Mallorca,
pero es consciente de que los resultados obtenidos van a incentivar
a otros hoteles a comercializarse bajo esta fórmula que cuenta con
un importante rechazo por parte de la oferta complementaria
pitiusa.
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