Un total de 584 estudiantes de infantil, primaria y secundaria han comenzado a clase en las Illes Balears después de que se iniciara el curso escolar 2003-2004 los días 15 y 16 de septiembre. Un 30'3 por ciento de estos nuevos estudiantes -un total de 177 alumnos- no son de nacionalidad española. De los 584 alumnos que se han matriculado desde que comenzara el curso escolar, 260 lo han hecho en centros educativos de Mallorca; 150 en Menorca y 174 en Eivissa y Formentera. Por Islas son las Pitiüses las que cuentan con un mayor número de estudiantes que no cuentan con la nacionalidad española con un total de 98 alumnos; en Mallorca son 56 y en Menorca 23. Según los datos con los que cuenta la Conselleria d'Educació este año se ha experimentado un fuerte crecimiento de matriculaciones que supone un 4'12 por ciento con respecto al curso anterior, y señaló que posiblemente estos datos sufrirán cambios ya que la escolarización es un proceso dinámico sujeto a múltiples variaciones demográficas.

Así lo ha confirmado el director general de Planificació i Centres de la Conselleria d'Educació, Rafel Bosch, quien puntualizó que la mayoría de recién llegados desde que comenzó el curso escolar son de nacionalidad argentina, ecuatoriana, magrebina, bulgara, dominicana e incluso hay algunos nuevos alumnos de orígen chino. El problema más importante que ha provocado este importante incremento de la escolarización es el aumento de las ratios, si bien el propio conseller d'Educació, Francesc Fiol, ha asegurado repetidamente que «globalmente en las Islas» se respetan las ratios, si bien ha añadido que «se tiene que reconocer que hay más dificultades en las zonas urbanas para respetar los ratios y hay centros que las superan».

Palma y en menor medida Eivissa, Manacor o Inca son ciudades donde hay algunos centros con problemas para mantener el número de alumnos establecido por la ley. El número máximo de alumnos por aula en primaria se sitúa en 25 estudiantes, mientras que en secundaria son 30 y en bachillerato 35 alumnos por aula. Rafael Bosch señaló que «las ratios son más que pedir un nombre» y explicó que un alumno que curso sexto de primaria empezó la educación infantil ahora hace nueve años, cuando se empezó a implantar la Logse y ahora «se tienen que adaptar a las ratios de la Loce», lo que crea problemas.