M.A./EFE
La portavoz de la oposición del Consell d'Eivissa y Formentera y diputada del PSOE, Pilar Costa, criticó ayer que durante su discurso en el debate sobre el estado de la Autonomía Jaume Matas no hiciera mención «a nada referente a Eivissa y Formentera». La única referencia concreta que hizo a las Pitiüses en relación al hospital de Formentera «fue una metedura de pata» al asegurar que el centro sanitario ya estaba en marcha, apostilló. Asimismo, Costa aseguró que era «patético» y «pretencioso» que el presidente del Govern se hubiera erigido en su intervención como «el salvador de Balears», mostrándose como «el gran psiquiatra de estas islas que ha levantado la moral» a la sociedad que, según el PP, estaba padeciendo una depresión. La consellera del Pacte también valoró de forma muy negativa que Matas no hubiera dedicado ninguna palabra a temas de acción social. Según Costa con este discurso ayer se demostró que «para el PP el bienestar social no existe», ya que Matas no hizo mención ni a los colectivos más desfavorecidos como el de los discapacitados, ni a la salud mental, ni a la vivienda, «uno de los problemas más acuciantes de las Balears».

Por su parte el portavoz del PSIB en el Parlament balear, Francesc Antich, afirmó que la intervención del presidente del Govern fue «radicalmente de derechas». «Seguimos en la tónica del debate de investidura, ante un discurso radicalmente de derechas, donde se enfrenta desarrollo económico con medio ambiente, y eso hoy nadie lo defiende», comentó. Antich añadió que en la intervención de Matas ante los diputados de la cámara autonómica no se habló «para nada» de política social y reclamó que la economía sirva para lograr «el bienestar de los ciudadanos y las ciudadanas». El ex presidente del Govern durante la anterior legislatura señaló, además, que el discurso había estado enfocado «hacia atrás» y que en él se habían dicho «muchas mentiras», referidas a iniciativas emprendidas por el nuevo Gabinete y que, según dijo, ya había sido emprendidas por el Pacto de Progreso. «Estamos ante un modelo que desde nuestro punto de vista no es el que se merecen nuestros ciudadanos», concluyó.