A la derecha Juan Ramón con su perro Leo y a la derecha Luis con su perra Ronda, pasean por una calle de Eivissa cercana a la sede de la Once. Fotos: KIKE TABERNER

Nuestros perros son nuestros ojos». Con esta rotunda afirmación el director de la Once en las Pitiüses, Juan Ramón Martí, y el vendedor de cupones Luis Ibáñez resumen la estrecha relación que les une a sus fieles amigos y guías desde hace varios años. Precisamente hoy se cumplen tres años y medio de la llegada de Ronda a la vida de Luis, que ha visto cómo su día a día ha mejorado gracias al trabajo de su perra. «El perro te da más libertad. Antes, con el bastón no tenía tanta movilidad y a raíz de sufrir un robo cogí miedo y tenía que ir con mi mujer a todas partes. Ahora tengo independencia y más tranquilidad y la verdad es que con Ronda voy más seguro que con mi mujer», explica este vendedor de cupones que tiene su puesto junto a la sede de Hacienda en la calle Bartolomé Rosselló.

Yo antes de tener a Leo tuve un pastor alemán que se murió de una enfermedad y tuve tal disgusto que dije que no volvería a tener más perros pero a los cuatro años, cuando por trabajo tuve que moverme mucho más por Castellón, tuve que volver a tener un perro guía y desde entonces tengo a Leo y ahora pienso que si éste se muere me voy a por otro. Con el perro es otro mundo», explica el directivo de la Once en las Pitiüses.

Eva Estévez