Christian Oldan y Eric Holbert posan con una copa literalmente en la mano haciendo gala de sus habilidades.
Foto: E.ESTÉVEZ

C hristian Oldan, argentino de 24 años, y Eric Holbert, estadounidense de 38, son junto con Juan Llorente, los flair men, que resultaron ganadores de la segunda edición de la Flair Bartending Competition que se desarrolló la pasada semana en el bar The Other Place de Eivissa. Oldan, que se hizo con el primer puesto, y Holbert, con el tercero, han venido directamente desde Las Vegas, actual centro neurálgico de los flair bar, para participar en estas pruebas desconocidas para el público español.
«Yo trabajo en el Shadows Bar del Caesar's Palace de Las Vegas y mi contrato con el hotel, al igual que el de Eric, incluye varios permisos para viajar y elegir las distintas competiciones de flair bartending a lo largo de todo el mundo. Si en ellas quedo clasificado entre los tres primeros me pagan el viaje y la estancia a cambio de demostrarles mediante algún documento escrito que he ganado la competición», explica Christian. «En Las Vegas existe un ambiente muy competitivo entre los distintos flair bar a la hora de tener detrás de sus barras a los mejores profesionales del mundo. De hecho, en algún caso que eflair man era extranjero los propietarios de los locales le han arreglado los visados para poder tenerle como atractivo para sus clientes», añade Eric, natural de Las Vegas que ha aprendido trabajando las técnicas de flair.
Acostumbrados a poner copas con estilo, moviendo y lanzando las botellas al aire, insisten en que su trabajo es mucho más que mezclar bebidas y hacer dar vueltas a las botellas. «Nosotros trabajamos como un camarero de un bar normal con la diferencia de que realizamos de 3 a 5 shows distintos a lo largo de toda la noche. Hacemos torres con botellas, juegos con fuego y tandems entre dos camareros para entretener al público mientras espera a que le sirvan su consumición», señaló Christian. «Pero no somos malabaristas. Nosotros tenemos unos conocimientos específicos de cómo servir al cliente y cómo se elaboran los distintos combinados y lo que tenemos claro es que antes del entretenimiento tenemos que tener una formación de servicio. No se trata de mover botellas, sino de un conjunto, de un todo en el que se incluye un poco de espectáculo», insiste Eric, que explica que la práctica, la constancia y la habilidad son la base de todo buen flair man.
Tanto Eric Holbert como Christian Oldan han visto engrosar sus respectivos palmarés con su viaje a Eivissa. Pero además de sus premios, los dos flair men se llevan absenta, hierbas y mucha música. «Nos hemos gastado más de 400 euros en cd's porque aquí se hace la mejor música del mundo», destacaron. Eva Estévez