S. M. DEBELIUS
Después de un verano tan caluroso, en el que apenas han caído unas pocas gotas, las tormentas llegaron ayer con algo de retraso, según los servicios de meteorología, que lo llevaban anunciando desde hace días. Los nubarrones que cubrieron ayer las Pitiüses descargaron una intensa tromba de agua durante unas cuantas horas. Después de cien días de sequía, la última vez que llovió de verdad en Eivissa fue el 25 de mayo, día de las elecciones, la lluvia hizo acto de presencia. Muchos turistas fueron sorprendidos por la tormenta mientras daban una vuelta por Dalt Vila o se iban de excursión a alguna cala o Formentera. La mayoría de ellos, de países del norte, están más acostumbrados a la lluvia y se tomaron con buen humor el chaparrón que les cayó encima. En general, aprovecharon el día para ir de compras y disfrutar de la comida mediterránea. Los servicios de meteorología confirmaron que ayer se recogieron unos 33 litros de agua por metro cuadrado, aunque en algunas zonas del norte de la isla la cantidad fue mayor.

El día transcurrió sin muchos incidentes de gravedad, fueron más abundantes los problemas domésticos, tal y como explicaron los bomberos. Recibieron varias llamadas, todas de particulares. Algunos bajantes obstruidos que no se limpiaron en su momento, pequeñas inundaciones de garajes, terrazas y sótanos, pero nada grave. Por su parte, Salvamento Marítimo comentó que no se ha producido ningún incidente, ya que, se ve que la gente ha tomado precauciones.

La jornada fue muy diferente en el aeropuerto, donde tanto los viajeros, cómo el personal vivieron momentos bastantes tensos. Ayer se retrasaron la mayor parte de los vuelos debido a los problemas de aterrizaje a causa de la lluvia. Además, se cancelaron varios vuelos a Palma. Otros, que venían del extranjero los han tenido que desviar y llevarlos a Palma, incluso uno de Barcelona se ha desviado a Valencia, según fuentes de Aena. Lo más grave que provocó la lluvia es un accidente en la rotonda de Sant Josep, en el cual uno de los ocupantes del vehículo permanece ingresado en la UCI. También ha habido unas cuantas colisiones sin heridos. La lluvia dejó varios incidentes a su paso, pero ha refrescado el ambiente que estaba demasiado caldeado después de un par de meses en los que los termómetros han pasado de los cuarenta grados centígrados.