La delegación en Eivissa de la Asociación de Enfermos de
Fibromialgia y Fatiga Crónica de Balears pidió ayer ayudas
económicas y materiales a las instituciones insulares y locales de
las Pitiüses para afrontar las necesidades. «Pedimos no sólo buenas
palabras, sino también ayudas» , dijo Josefa Martín, miembro de la
junta directiva. Los afectados están visitando todos los
ayuntamientos de la isla para exponerles sus necesidades. Además
están pendientes de una reunión con el presidente del Consell, Pere
Palau, y el director de Servicios Sociales, Vicent Serra.
El colectivo destacó la conveniencia de que en Eivissa haya una
unidad del dolor donde «nos enseñen técnicas para convivir el
dolor» y pidió que la sanidad pública colabore con el colectivo
«para que nos de el apoyo al factor humano que tiene la
enfermedad». También pidieron a los poderes públicos estatales una
revisión de la Ley General de Seguridad Social para que incluyan a
la fibromialgia. «No tenemos fuerzas para trabajar y si lo hacemos,
no podemos atender a nuestras familias. La vida es muy dura cuando
tienes que convivir con este problema».
Los integrantes de la junta directiva mostraron ayer su
satisfacción por la contratación de la reumatóloga Ana
Urruticoechea al hospital Can Misses, que les está sirviendo de
gran ayuda a los afectados por la enfermedad. «Es una mujer joven,
profesional y muy sensibilizada con el problema que tenemos.
Estamos encantadas», confesaron ayer varias de las afectadas de
fibromialgia, que han acudido a la consulta de la especialista.
«Hemos sentido que tiene una empatía al enfermo. Es muy importante
que sepa que se sufre este dolor, comprende nuestra situación y
está dispuesta ayudarnos en todo lo que pueda», manifestaron. En
Balears se calcula que hay unas 10.000 personas afectadas por la
fibromialgia.
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