623 comidas más que en 2001 y un aumento de 134 usuarios. Ese es el balance de la actividad del comedor de Cáritas durante el año pasado. En la memoria de 2002 del proyecto de comedor social dirigido a transeúntes y personas sin techo, Cáritas hace referencia a este aumento del servicio. De todos los sectores atendidos son los transeúntes los que más han recurrido a este servicio: 193 de los 424 que supone 76 personas más. La entidad atribuye este incremento a la crisis turística: «Es consecuencia, básicamente, de la crisis en el sector de la hotelería».

No han sido sólo los transeúntes los que han utilizado el comedor de Cáritas para ingerir un plato caliente de comida al día, en este caso la cena para poder compatibilizarlo, en el caso de los que lo tengan, con un trabajo. El número de inmigrantes también han experimentado un ascenso durante el año pasado. El número de usuarios ha sido de 184, lo que supone 63 personas más que las atendidas el año anterior. Generalmente se trata de personas procedentes de países árabes o del norte de Àfrica, aunque la llegada de usuarios de países del Este va en aumento.

El comedor social, en sus inicios, fue pensado para dar cobertura a las necesidades básicas del colectivo de transeúntes; pero actualmente, debido al cambio de las necesidades sociales detectadas, se ha diversificado y se atiende a residentes e inmigrantes. El número de residentes atendidos ha descendido durante el año pasado: 47 personas frente a las 252 del año pasado. La mayoría de los usuarios atendidos tienen una edad comprendida entre los 30 y 50 años. El 80 por ciento son hombres, con un bajo nivel de formación, en situación de marginación y sin recursos económicos. Su objetivo es encontrar un empleo en Eivissa, «atraídos por el mito de la gran oferta turística y el aumento de la actividad en el sector de la construcción que se ha dado en los últimos años», según se recoge en la memoria del proyecto del comedor social de Cáritas.