La Conselleria d'Educació del Govern retoma hoy el proceso de adjudicación de vacantes de interinos en secundaria de Eivissa y Formentera, Artes y Oficios, Escuela Oficial de Idiomas y Conservatorio.

El número de interinos de secundaria que se incorporarán este curso escolar a las aulas se eleva a 324, de los que 165 son de continuidad, profesores que no cambian de centro educativo y sólo han de realizar el trámite de firmar la continuidad. El resto de plazas, 159, son las que están todavía sin cubrir y asignar plaza en los centros, según los datos que maneja el sindicato STEI.

El proceso de adjudicación se celebrará hoy en el instituto de Sa Colomina de Eivissa, centro donde se celebró también la adjudicación de primaria, aunque quedan 25 vacantes pendientes de cubrir ya que no había profesores suficientes de algunas especialidades, como Pedagogía Terapéutica y Audición y Lenguaje. Ante esta situación, la Conselleria volverá convocar un segundo proceso de adjudicación si no se cubren estas plazas.

La Conselleria d'Educació del Govern convoca anualmente oposiciones de profesores con lo que se garantiza la estabilidad de plantilla, pero este año se han convocado muy pocas plazas, sólo algunas plazas para Formación Profesional. Eivissa y Formentera son las islas con un porcentaje muy elevado de profesores interinos. Una situación que ocasiona que cada inicio de curso escolar faltan profesores por incorporarse en los centros educativos.

En cuanto a las condiciones de la adjudicación de las vacantes, el STEI reclamó ayer a la Conselleria d'Educació que «las cosas positivas que organizan en Mallorca también las apliquen en Eivissa». La portavoz del STEI, Mariví Mengual, aseguró que la Conselleria d'Educació ofrecía un refrigerio al profesorado en el proceso de adjudicación de vacantes de primaria en Mallorca, «pero en Eivissa ni funcionaban las máquinas de refrescos de Sa Colomina ni tenían servicio de bar, las condiciones en las que se hacia la adjudicación no eran buenas». En Palma a los profesores convocados se les daba un ticket para un refrigerio, «pero en Eivissa no teníamos ningún servicio».