Mabel Cabrer, Carlos Bertomeu y Miguel Ángel Falcó, ayer en la Conselleria de Transports. Foto: JOAN TORRES

El Govern balear presionará al Gobierno para que no modifique los precios establecidos en el anteproyecto de declaración de servicio público para las rutas aéreas interinsulares, tal y como solicitará el principal operador en el tráfico interbalear, la compañía Air Nostrum, según aseguró ayer la consellera de Transports, Mabel Cabrer. El borrador del proyecto establece un precio de 72 euros por trayecto en las rutas Palma-Eivissa y Palma-Maó (48 euros para residentes) y de 101 euos en las conexiones entre Menorca y Eivissa (67,7 euros para residentes).

El consejero delegado de Air Nostrum, Carlos Bertomeu, y el director general de la aerolínea, Miguel Àngel Falcó, comunicaron ayer a la consellera de Transports su intención de presentar alegaciones al anteproyecto del Gobierno, aunque aseguraron que la compañía tiene intención de seguir siendo el principal operador en el mercado interinsular balear.

La aerolínea solicitará al Gobierno que aumente hasta 83 euros el precio del trayecto en las conexiones entre Mallorca y el resto de Islas. Afirman que una tarifa de 72 euros no cubriría los costes de la compañía y exigiría una disminución de frecuencias. «Pediremos un precio de 83 euros, que supone una rebaja sustancial sobre la tarifa actual de referencia (96 euros por trayecto) asumiendo una reducción en nuestros márgenes de beneficio», afirmó Carlos Bertomeu.

La compañía Air Nostrum, que actualmente opera 8 vuelos diarios de ida y ocho de vuelta en las rutas Palma-Eivissa y Palma-Maó, solicitará también al Ministerio de Fomento que el precio definitivo no incluya el IVA ni tampoco las comisiones y gastos de gestión de las agencias de viaje.

Otras tarifas
La consellera d'Obres Públiques, Habitatge i Transports, Mabel Cabrer, calificó de «tonterías y barbaridades» las críticas realizadas desde la oposición al sistema de tarifas establecido por la Dirección General de Aviación Civil.

El sistema de tarifas obliga a las compañías aéreas a aplicar descuentos del 10 por ciento sobre el precio de referencia a los ciudadanos menores de 22 años, mayores de 65, equipos deportivos federados en Balears y enfermos que precisen tratamiento, unas reducciones que la consellera calificó de «tarifas sociales».

En contrapartida, las aerolíneas tendrán la posibilidad de aplicar tarifas flexibles siempre que no superen el 25 por ciento del precio básico, el 25 por ciento de la oferta anual de asientos, ni el 50 por ciento de las plazas ofertadas para cada vuelo. En estos casos deberán de aplicar descuentos a familias numerosas, siempre que tres de sus miembros viajen en el mismo vuelo y aplicar también tarifas promocionales para trayectos de ida y vuelta. La consellera de Transports i Obres Públiques quiso así desmentir las acusaciones de su antecesor, Francesc Quetglas, quien recientemente afirmó que los descuentos sólo beneficiarían a una parte de los pasajeros.

Del mismo modo, el consejero delegado de Air Nostrum descalificó un estudio que comparaba la situación de Balears con Canarias, «porque no es lo mismo un mercado de 2.500.000 de personas que otro de 400.000».