Alrededor de cincuenta mil pasajeros pasaron ayer por la terminal ibicenca en una de las jornadas de mayor tráfico aéreo del verano. La jornada, a pesar del enorme tránsito de personas y aeronaves, se saldó con normalidad y sin grandes retrasos, tan sólo los habituales en esta época del año. Los vuelos de Madrid y Barcelona del mediodía llegaron con apenas retrasos de diez minutos.

En total han sido más de 112.000 pasajeros los que han pasado este fin de semana por la terminal ibicenca, con un movimiento de 822 aeronaves, según los datos facilitados por AENA. Este movimiento de pasajeros, 200.000 a lo largo de toda la semana, supone un incremento del 7 por ciento con respecto al del pasado año.