El nuevo gobierno del Consell Insular descarta la instalación de semáforos de reducción de velocidad en el peligroso tramo de ca na Negreta, en la carretera de Santa Eulària, tal como planteaba el Pacte para controlar el tráfico en este punto negro de la red viaria de las Pitiüses. El PP tampoco considera acertado colocar un cruce de peatones, ordenado mediante un semáforo de botón, como vienen reclamando los vecinos desde hace años.

El Consell propone acometer un proyecto de reforma de este tramo en lugar de poner semáforos, que, según la consellera insular de Carreteras, Stella Matutes, «van a causar más problemas si cabe». «Instalar semáforos es una chapuza que no va a solucionar nada. Hay que arreglarlo, pero no somos partidarios de hacerlo colocando semáforos», asegura Matutes.

La consellera ya ha inspeccionado in situ con los técnicos del Consell este punto negro de las carreteras pitiusas e indica que se está estudiando cuál es la mejor alternativa para controlar el exceso de velocidad del tráfico y evitar así el peligro que supone para las personas que viven y trabajan en las casas e industrias que se alzan en el borde de la vía. «Todavía no está claro qué se puede hacer, pero tiene que dar una solución definitiva al problema», subraya Matutes.

Una de las muchas posibilidades, según cuenta la consellera, es la construcción de una rotonda y la construcción de un vial de servicio paralelo a la carretera. Lo que sí tiene claro Matutes es que, aunque estas obras están ahora mismo a la cola de otros proyectos que están en marcha, la mejora del tramo de ca na Negreta se llevará a cabo al margen de la reforma de toda la carretera de Santa Eulària, prevista para dentro de algunos años. Antes el Consell Insular da prioridad a la reforma de la carretera de Sant Josep, la de Sant Antoni, el desdoblamiento del segundo cinturón de ronda, la alternativa al aeropuerto y, entre otras, la ampliación de la vía que une Sant Rafel con Santa Gertrudis.