En la reciente visita del presidente del Consell Insular d'Eivissa i Formentera, Pere Palau, el alcalde de Formentera, Juanma Costa, puso sobre la mesa la necesidad de mejorar la red viaria de la isla, poniendo especial énfasis en los carriles bici. Concretamente el carril bici alrededor de s'Estany Pudent, el carril bici desde es Caló hasta la Mola y el que debe discurrir entre Sant Ferran y es Pujols, teniendo en cuenta que el que bordearía s Estany Pudent, incluiría el tramo entre la Savina y prácticamente es Pujols.

Debido a la orografía del terreno parece un tanto complicado conseguir un carril bici en cada sentido, pero había un proyecto de hacer un carril bici sólo de subida para descongestionar el tráfico evitando que los vehículos lentos se conviertan en tapón insalvable en el flujo del tráfico.

De estas tres obras urgentes y sustanciales para mejorar las condiciones de seguridad de los vehículos, tanto de dos como de cuatro ruedas, que circulan por las carreteras de Formentera, a la que se le ha dado más bombo es al circuito que debería bordear s'Estany Pudent, pero la verdad, en su conjunto, no es ni mucho menos la obra prioritaria.

La PM-820, que va de punta a punta de la isla, desde el puerto de la Savina, hasta el faro de la Mola, cuenta con carril bici hasta poco después del hito kilométrico número doce, concretamente hasta el desvío a los complejos hoteleros de Maryland; a partir de ahí, cuando se inicia la subida a la Mola propiamente dicha, la carretera se convierte en una cinta de asfalto estrecha, empinada y serpenteante que dificulta el tráfico en especial los miércoles y domingos del verano cuando se celebra el mercado artesanal o mercadillo hippy en el núcleo urbano del Pilar. La estrechez de la carretera hace difícil los adelantamientos cuando no imposibles por la ingente cantidad de bicis y motorinos que suben y bajan continuamente; a ellos hay que sumarle los ciclistas que rendidos por el esfuerzo circulan por la carretera andando con la bici al lado.

Aunque con menos curvas pero con igual estrechez y peligrosidad en la carretera que va desde Sant Ferran hasta es Pujols, las circunstancias son similares, y ahí el tráfico es muy intenso durante toda la temporada ya que es Pujols es el núcleo turístico por excelencia de la isla. Finalmente al salir de es Pujols en dirección a la Savina, la carretera es un poco más ancha pero la necesidad de un carril específico para bicicletas y ciclomotores es obvia debido al tráfico.

Por último, la carretera que va a es Cap de Barbaria, con su desvío a cala Saona, a partir de dicho cruce se convierte igualmente en una vía muy estrecha, sino la más estrecha de la isla, que debería ampliarse para facilitar el acceso a los vehículos a uno de los lugares por el que todos los visitantes pasan un momento u otro, el faro más al sur de las Illes Balears.