Seguro que en el avión de ayer a mediodía procedente de la Ciudad Condal muchos de los pasajeros reconocieron a algunos viajeros. Uno de ellos era el periodista Josep Sandoval, quien no se pierde un verano en Eivissa desde hace 27 años. Llegó con La Vanguardia bajo el brazo, periódico en el que trabaja y que considera su profesión más sólida. «Eso es lo mío, lo de salir en la televisión lo hago porque me lo ofrecen», comentó sin perder en ningún momento el buen humor. Fue el mismo quien se ofreció a posar junto a los dos amigos que le acompañaban, Josep Pujol, hijo del presidente de la Generalitat de Catalunya, Jordi Pujol, y su mujer, Laura. El catalán también coincidió con el director de teatro Ricard Reguant, quien el 29 de agosto presentará en Madrid la obra 'Siete novias para siete hermanos', una versión «moderna pero no rara» del popular musical. Sandoval sólo pasará en Eivissa el fin de semana, pero no se perderá las principales fiestas. «Esta noche (por ayer) acudiré a una fiesta en La Torre del Canónigo y el domingo iré al Flower Power de Pachá».
De la isla el catalán destacó los grandes cambios que ha sufrido en las últimas décadas, pero añadió que, en su opinión, todavía queda mucho del espíritu hippie. «Ocurre como con la música, cambia por las nuevas tecnologías, y con los hippies pasa igual, antes meditaban y ahora hacen otras cosas», afirmó. No mucho más tarde llegó Ricardo Bofill, uno de los protagonistas (junto a Toni Rox, que anoche presentó su disco y que hará la música de la primera película que el catalán rueda en la isla), de la misma fiesta a la que acudió Sandoval. S. Yturriaga